La formalización de la Biblioteca de Penitents ha estado condicionada por dos parámetros básicos:

 

-          Morfológicamente, por una parcela larga y estrecha con una gran pendiente transversal.

-          Ambientalmente, por su ubicación en el límite de la ronda de Dalt, con un gran condicionante acústico.

 

Estos dos parámetros, junto con los requerimientos necesarios de iluminación aislamiento acústico y necesidades funcionales han sido conseguidos con las siguientes actuaciones básicas:

 

El aterrazamiento longitudinal también tiene una lectura en el desarrollo funcional. De esta manera se generan dos accesos diferenciados en el edificio. En el nivel inferior y coincidiendo con el extremo sur, se realiza un acceso vinculado exclusivamente a la sala polivalente, que puede ser utilizada de manera independiente. En un nivel superior se encuentra el acceso principal del edificio vinculado a la calle por medio de una gran rampa que nos relaciona con la pequeña plaza vecina y con una escalera que salva el desnivel con el extremo sur. Esta planta de acceso cuenta con zonas de consulta-estar, préstamo y el ámbito infantil. Tenemos que subir una planta para llegar a la sala general de consulta, dejando toda la planta segunda para uso interno y dos aulas para usos polivalentes.

 

Constructivamente, el necesario confort ambiental de iluminación y de aislamiento acústico, lo dan los propios recursos utilizados en el diseño de los cerramientos. Se ha adecuado la forma, el tamaño y los elementos complementarios de las aberturas, a la función a desarrollar en el interior del edificio. Esto es claramente visible en los recursos utilizados para el tratamiento de la fachada principal:

 

Se ha recurrido a una gran apertura en el extremo este de la fachada principal, coincidiendo con zonas de consulta "informal". En el tratamiento de esta gran apertura toma un carácter primordial la gran celosía de madera, sobresaliendo del plano de fachada, que actúa como filtro de la irradiación solar y como barrera acústica. Una apertura longitudinal permite el acceso de iluminación natural a lo largo de gran parte de la sala destinada al público infantil. En esta apertura también se juega con el tamaño y su posición a nivel de pavimento para vincularse de una manera directa con el tamaño de sus usuarios.

En la sala de lectura de planta primera se ha querido dar un carácter más introvertido, confiando el acceso de luz natural en una franja de luz cenital y la apertura del patio de la fachada sur-oeste. De esta manera se consigue también un incremento en el aislamiento acústico.

Con los mismos criterios, se actúa en las aberturas de la planta segunda en función de su uso, zona de trabajo interno, aulas o despachos.